Gloria Vilches a Anne Charlotte Robertson.

Desde los años 80, Anne Charlotte documentó obsesivamente en super 8 su vida cotidiana y emocional, marcada por el trastorno bipolar que padecía y las crisis nerviosas y los internamientos en centros psiquiátricos derivados de ello. En estos diarios filmados, trataba sin tapujos sus trastornos alimenticios, sus problemas con el alcohol y otras adicciones, los efectos secundarios de las pastillas que tenía que tomar, sus estrecheces económicas, sus relaciones amorosas y su búsqueda infructuosa del príncipe azul. Estas películas y las reflexiones que vehiculan son profundamente íntimas y dolorosamente crudas, aunque no están exentas de humor y en ocasiones de algunas notas de esperanza. Contribuyen a la intensidad que las caracteriza las diferentes capas sonoras con la voz de la cineasta hablando en primera persona y en diferentes tiempos superpuestos.

Desde que lo descubrí gracias a Xcèntric, el cine de Anne Charlotte Robertson me ha emocionado e inspirado muchísimo, y me he sentido fuertemente identificada con sus angustias y sus ilusiones.

Para confeccionar la imagen adjunta, utilicé descartes de mis propias filmaciones domésticas en super 8 que muestran motivos similares a los recurrentes en las películas de esta cineasta, como son las flores, las frutas y verduras orgánicas que cultivaba, sus gatos, su sobrina, sus amantes o su autorretrato. Las dos capas de texto, una simplemente descriptiva y la otra, un documento real (el único e-mail que recibí de ella), emulan las diferentes capas de audio que se superponen a las imágenes en sus películas.

Este collage fue mi aportación a una publicación titulada “8 super 8”, que recoge un conjunto de textos, manifiestos, imágenes y reflexiones en torno al super 8 de una serie de cineastas y artistas que trabajan o han trabajado en este formato, un libro con el que el (S8) Mostra de cinema periférico celebró el pasado mes de junio su 8ª edición. Se trata de un tributo a esta cineasta a la que siento como una amiga cercana.